El Grupo de Apoyo a la Cultura realizó ayer un nuevo Café Literario, con el Padre Roberto Giecco como protagonista, repasando los 50 años de su labor sacerdotal en la comunidad lobense.
El encuentro tuvo lugar en la Casa del Niño de la Parroquia y, haciendo gala de una admirable memoria, el Padre Giecco recordó distintos trabajos y acciones parroquiales como los Cursillos de Cristiandad, los Retiros de hombres y mujeres; la Casa del Niño de la Parroquia; Liga de Madres de Familia; Cáritas; Plan de Renovación Parroquial con las cartas a los cristianos distribuidas por 300 mensajeras.
“El instrumento principal de mi tarea pastoral aquí y en otras partes, fue sin dudas la Catequesis, el instrumento para que la palabra de Dios sea conocida y vivida”, resaltó el sacerdote, recordando que durante 18 años fue director diocesano.
Resaltó que “mi frase de ordenación sacerdotal fue “Padre consérvanos en la verdad, tu Palabra es la verdad”.
“Para mí era esa la propuesta, el ideal que quería alcanzar un día en mi vida sacerdotal. Y hoy, al cabo de 61 años de sacerdocio, acá 50, puedo preguntarme he vivido esta propuesta, me he consagrado a la verdad, a la Palabra?, Dios dirá cuando me presente ante él”, precisó.
“En estos 50 años he intentado, con ustedes, consagrarme en la verdad, vivir y predicar la palabra de Dios de todas las formas posibles”, sostuvo en otro momento.
Luego de su exposición vinieron las preguntas de los numerosos asistentes al encuentro, y la parte musical estuvo a cargo del coro femenino Cuerdas Corales, creado y dirigido por la profesora Mónica Cortesi, con una estupenda intervención.