Junto con el comienzo de la Cuaresma ayer, Miércoles de Ceniza, los fieles lobenses se unieron a la súplica mundial por la paz, rezando el Rosario en la vereda del Templo, con la imagen de la Virgen.
El Párroco Mena explicó que “luego del pedido de nuestro Papa Francisco, este Miércoles de Cenizas, comienzo de la Cuaresma para nosotros los cristianos, ofrecemos el ayuno y la oración por la paz en el mundo, especialmente en esta situación de guerra que duele mucho en el corazón”.
Posteriormente se celebró la Misa con el Templo colmado, imponiéndose las cenizas en la frente de los fieles como es tradicional.
“La oración, el ayuno, la limosna, son los gestos característicos de la Cuaresma, y la consigna es que la limosna no sea producto de lo que me sobra sino de un gesto de desprendimiento auténtico, que llegue a mi hermano que lo está necesitando”, destacó el cura Mena.