El Intendente Jorge Etcheverry firmará en los próximos días un convenio con el CONICET y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología de la provincia de Buenos Aires, para desarrollar en Lobos filtros de arena rápidos y “descontaminar” el agua de las escuelas rurales que no están conectadas a la red de agua corriente.
Carlos Jorge, Director de Educación, y Mónica Beccaría, Directora de Obras Sanitarias, hablaron con LA PALABRA y dieron detalles.
El acuerdo, dijeron, prevé la construcción de filtros especiales para prevenir la contaminación bacteriológica y físico-química (arsénico, flúor y elementos relacionados con el uso de agroquímicos).
El municipio tendrá a su cargo la provisión de materiales y el CONICET capacitará a las poblaciones rurales para la construcción de los filtros. La capacitación estará dirigida principalmente a los alumnos y el propósito es que luego puedan replicar los mismos modelos en sus respectivas familias.
Características
El convenio, dijeron Jorge y Beccaría, tiene como principal finalidad mejorar la salud pública en los lugares donde no hay provisión de agua corriente a través del conocimiento y el trabajo compartido.
“El proyecto prevé soluciones autosustentables. Evitaría el problema que existe hoy, que si llueve una semana seguida, es difícil entrar al campo con bidones de agua envasada”, completaron.
Sobre el pedido que hicieron ediles del PJ
En relación al mismo tema, cabe consignar, el PJ reclamó en el Concejo Deliberante, tal como anticipó LA PALABRA, la realización de análisis en las escuelas rurales del distrito, a fin de descartar la posible presencia de agroquímicos.
“Hablé con los concejales y estamos de acuerdo. Por tal motivo comenzamos a buscar los laboratorios oficiales que puedan realizar los estudios, de manera seria y responsable”, dijo Carlos Jorge sobre la petición.
Agua envasada
También el Consejo Escolar se manifestó al respecto: “a principio de año hicimos controles en todos los establecimientos rurales de tipo bacteriológicos. En los que dio mal, estamos proveyendo agua envasada y clorando los pozos para solucionar el problema. Respecto a los controles por agroquímicos que pidió el Concejo Deliberante, hablamos con Carlos Jorge y nos dijo que se iba a ocupar el municipio. Por lo pronto podemos decir que el agua que consumen los chicos en las escuelas rurales es apta para el consumo humano”.
En la foto: Beccaría, Hasper y Carboni con el técnico del CONICET.