Masivamente los fieles de la comunidad lobense honraron a la Virgen en el dÃa de la Inmaculada.
A las 7,30 se rezó el Rosario de la Aurora en el Templo Parroquial, seguido de la misa. Mientras que a la mañana y mediodÃa, el grupo de Pre-Bautismal de la Parroquia se movilizó al Barrio Las Tosquitas con la imagen de la Virgen de Luján.
El Padre Telles bendijo hogares y los agentes de la pastoral recibieron a los pequeños que concurren al merendero y compartieron actividades para ofrendas a la Virgen.
También una imagen de la Virgen estuvo en la Plaza 1810, mañana y tarde, para recibir la oración de la gente que pasaba por la esquina de Buenos Aires y 25 de Mayo.
En la Laguna volvió la procesión náutica y luego se ofició la misa, y en Zapiola se celebraron las fiestas patronales con numerosa participación.
El evento central en Lobos se inició desde el Paseo de la Historia y la Cultura, predio del ferrocarril, con la procesión hasta el Templo Parroquial, que estuvo colmado para la celebración de la misa.
Mosca, en su homilÃa, realzó la figura de la Virgen y luego dijo: “estos dÃas vivimos en nuestra patria vivimos tiempos en los que siempre encontramos un motivo para el enfrentamiento y la pelea, si no es el fútbol que saca lo peor de nosotros, es la polÃtica y la grieta bendita que arrastramos hace años, y sino siempre hay un motivo que nos enfrenta en todos los órdenes, en la vida de familia, en la comunidad parroquial”.
“La sabidurÃa del MartÃn Fierro nos dice que si los hermanos se pelean, los devoran los de afuera, pero parece que nosotros no entendemos el mensaje de Jesús ni la sabidurÃa popular del MartÃn Fierro. Porque nos decimos creyentes y después tenemos actitudes que no nos honran, somos artÃfices de la división, del enfrentamiento, y pareciera que un color, que un partido, que una posición social, es más importante que la vida del hermano, que la persona del otro”, añadió enfáticamente.