Directivos, deportistas, socios, allegados, ex presidentes, ex directivos, ex deportistas, compartieron anoche el festejo de los 130 años del Lobos Athletic Club, con un encuentro que no se realizaba desde hacía dos años.
Calentitos y pizza fue el menú en esta oportunidad, y se entregaron tres reconocimientos: a Carlos José Ayastuy por su formidable trayectoria futbolística en el club, Raquel Brahim por su incondicional acompañamiento, y a Oscar “Pico” Belardi por más de 30 años de compromiso absoluto con la institución.
“Es una noche especial en todo sentido, la primera desde que comenzó la pandemia que nos mantuvo separados por bastante tiempo, dos cumpleaños unidos por un locro, nos hizo al menos sentir que nadie se olvidaba del cumpleaños de Athletic”, dijo el presidente José Novoa.
“A muy pocos se les podía ocurrir y llevar a cabo la caminata del sábado, y a la vista estuvo que no nos equivocamos ante el éxito de la misma, y quizás con esta modalidad de encuentro adaptándonos a los tiempos que corren, haya pasado lo mismo”, agregó.
Y sostuvo que “el club está muy bien en todo sentido, no es verdad otra cosa. Hoy cuando peleamos por algo es porque la sábana sigue siendo corta, porque cada vez tenemos más chicos y necesitamos más espacio y tiempo para darle, y pelear por esto es casi una alegría”.
“Un año atrás nos comprometimos al cierre del patio, porque sabíamos que era la manera de seguir albergando chicos, lo hicimos y hoy estamos casi igual que antes, básquet, vóley, cesto, siguen necesitando más”, siguió diciendo.
“El futuro se ve excelente más allá de los inconvenientes. Hace 3 años dije algo que sirvió de título para los diarios y para que hasta hoy mis compañeros me sigan cargando, pero no me arrepiento, y hoy puedo decir que todos estamos en el mismo barco, me enorgullece y me pone contento”, expresó también.
Y afirmó: “lo que se ha hecho hasta ahora, poco o mucho, es el trabajo de mucha gente tras una premisa, el club”.
Se cantó el feliz cumpleaños y se disfrutó de la torta, en compañía del Intendente Etcheverry que llegó para saludar.