La comunidad conoce, o por lo menos gran parte de ella, la obra literaria de Gisela Galimi, poeta y periodista lobense.
Pero lo que muy pocos conocíamos o conocían hasta ahora es que durante su juventud tuvo lepra y durante casi 8 años tuvo que tratarse para vencer definitivamente la enfermedad.
Pero lo anecdótico no es solo eso, sino que como la mayoría de los lobenses, Gisela tampoco sabía que tenía lepra y recién se enteró de grande, después de estar curada.
Sus padres, por recomendación de los médicos, nunca se lo dijeron.
Fue una forma de protegerla, de evitar la estigmatización y rechazo que provocan las personas que padecen dicha enfermedad.
Por eso Gisela decidió contar su historia en un ensayo autobiográfico, que tituló “Una palabra tuya bastará para sanarnos” y que presentará este sábado a las 18 horas, en la Libraría El Guardián.
“Muchos me preguntan cómo reaccioné cuando me dijeron la verdad, y sinceramente bien, nunca me cuestioné por qué me había tocado a mí o por qué nunca me habían dicho”, afirma.
Pero tantos años de silencio, confiesa la escritora, dejaron huella en su ser y por eso decidió volcar su experiencia en el libro.
En particular, el objetivo de compartir su historia de vida, es manifestar la necesidad de “llamar a las cosas por su nombre” y de advertir sobre el “poder de la palabra”. En especial, el alivio o el daño que se puede provocar en el otro con solo una palabra.
Actualmente se registran 400 casos nuevos de lepra por año
La autora de la obra brinda detalles también de cómo vivió la enfermedad.
Dijo que se contagió cuando tenía 13 años y que recién a los 20 ó 21 le dijeron la verdad.
“Curarme me llevó entre 5 y 8 años. Hoy, gracias a la aparición de antibióticos nuevos, en un año ya se puede curar”, expresa.
“Cuando hablo con amigos o conocidos, y les cuento mi experiencia, creen que la lepra no existe más o está desterrada y en realidad actualmente se registran 400 casos nuevos por año. Es difícil contagiarse, pero hay un 5% de la población que está expuesto y lo puedo hacer”, explica.
También aclara: “mi idea, al escribir el libro, no fue victimizarme o mostrar valentía por contarlo. Mi idea es visibilizar aquello que por medio del silencio muchas veces ocultamos o estigmatizamos”.
“Mi intención, insiste la poeta y periodista, es curar la palabra, que las palabras no hagan daño, porque no es ofensivo decir que una persona tiene lepra o es obesa”.
“Lo ofensivo es que esa palabra nos haga mejores o peores personas”, remata con mucha claridad.
(Por reserva de lugares para la presentación del libro, llamar al 2227-532696).