Anoche se realizó la Vigilia Pascual con el Templo colmado y con los ritos propios de esta  celebración, la más completa del año cristiano.
Pidió el Párroco Mosca: “en esta noche dejemos que el Señor salga a nuestro encuentro, que nos abra el corazón. El Señor resucitado quiere comunicar la alegrÃa de la vida nueva, por eso nos envÃa a una sociedad, a un mundo, a familias que están sumergidas en el dolor y en la muerte”.Â
“Gran tarea nos espera a los cristianos en este tiempo de violencias, de enemistades, muertes y sufrimientos, llevar la buena noticia a los tristes, acercarnos al hombre que está solo, testimoniar nuestra fe y esperanza en medio de un mundo que está encerrado en sà mismo, sumergido en el materialismo y la banalidad, sin poder ver más allá de su propia nariz”, agregó.
Y en la mañana del Domingo de Pascua, luego de la Misa de las 10,30, se concretó por las calles del centro el Santo Barullo, en el que los niños de Catequesis, sus familias y catequistas, caminaron con alegrÃa cantando y haciendo oir redoblantes, silbatos y otros elementos.